El trofeo, de grandes dimensiones y en torno a los 50 kilos de peso, es popularmente conocido como el ‘cocodrilo’ y representa una tripulación de ocho con timonel realizada en bronce. Es obra del escultor sevillano Jaime Gil Arévalo. En su base se graban los nombres de los participantes y del equipo vencedor.

Desde 2019, en recuerdo del que fuera exdirector de la prueba y revitalizador de la clásica, se denomina Trofeo José Antonio Muñoz ‘Anchoa’.

Por su parte, la prueba de la categoría absoluta femenina, equiparada a la masculina en cuanto a distancia desde la edición número 51 de la clásica sevillana, estrenaba en 2018 nuevo trofeo. Lo hacía para hacer hincapié en la apuesta por la igualdad de la regata, en este caso con una escultura de idénticas dimensiones que la masculina que representa un ocho con timonel femenino.

La autora de la obra, realizada en hierro, que supera los 70 kg de peso e igualmente se queda en propiedad del club vencedor hasta la siguiente edición, es la artista y remera Veredas López, que de esta forma singularizaba la prueba de féminas para situarla al nivel de importancia de la masculina absoluta.